Las compañeras e investigadoras Sara Chimento e Isabel Espino Tato están ultimando sus trabajos de campo. Decenas de localidades de toda Extremadura como Romangordo, Trujillo o Riolobos han abierto las puertas de sus instituciones para participar en el proyecto, aportando así más de trescientas entrevistas a adultos mayores. Como resultado, el estudio ya cuenta casi con todos los resultados necesarios para emprender su análisis. La investigación, que encontró el pasado año el inevitable obstáculo de la crisis sanitaria, está afianzando de nuevo el rotundo rumbo hacia su destino: convertirse en una tesis doctoral.

Tras las restricciones y las escrupulosas medidas de seguridad e higiene, Sara e Isabel continúan con sus rutinas de establecer contacto con instituciones y residencias para entablar reuniones y entrevistas. Como resultado, este trabajo permitirá conocer con detalle la relación entre los ancianos y las tecnologías actuales, estudiando el uso que se le da, así como su particular concepción de estas herramientas.

El estudio ha experimentado una importante evolución en los últimos meses.
Tras el periodo de confinamiento en el que las comunicaciones han encontrado en Internet un potente aliado, muchos adultos mayores se han atrevido a dar el salto, conformando inevitablemente un relevante apartado dentro de la investigación.
Hoy mismo, el calendario de reuniones de Sara e Isabel las ha llevado a Romangordo, donde han tenido la oportunidad de reunirse en el ayuntamiento con algunos de los vecinos, conociendo de primera mano su experiencia tecnológica.

Desde el laboratorio queremos agradecer cordialmente a todos los pueblos, ayuntamientos e instituciones por proporcionar tan grato trato y posibilitar los encuentros en tan peculiares condiciones. Además, queremos aprovechar para poner en valor el trabajo de nuestras compañeras y mandarles mucho ánimo en sus labores, para que sigan trabajando en ciencia social y aportando luz sobre lo verdaderamente importante: las personas.
